INTRODUCCIÓN:
A. Si le preguntamos a cualquier persona, de cualquier religión si ama a Dios, sin duda nos contestaría rápidamente que si.
B. Ya no digamos a un cristiano, si le hiciéramos esta misma pregunta no dudaría en decir que Si. Todos dirán que si aman a Dios. ¿Pero será cierta esta afirmación?. Por que el amar a Dios no es solo decirlo sino practicarlo, una cosa es decir y otra es hacerlo.
Sigue leyendo